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En OK Perfumes, siempre hemos defendido la importancia de la creatividad y el valor de construir sobre el conocimiento y el arte de aquellos que vinieron antes que nosotros. Sin embargo, a veces nos encontramos con perspectivas que nos desafían y enriquecen nuestra comprensión sobre estos valores centrales. Hoy, queremos compartir con ustedes una carta que recibimos de Ricardo, un cliente y pensador apasionado, que ha articulado magistralmente lo que significa inspirarse y crear en un mundo interconectado. Su reflexión profundiza en la naturaleza de la creación, la inspiración y cómo estos elementos se entrelazan con los valores éticos y morales. Cada palabra resuena con lo que representamos y creemos.
Les animamos a dedicar unos minutos a leerla; estamos seguros de que les hará reflexionar y apreciar aún más el intrincado arte de la inspiración.
"Escribió una vez Sir Isaac Newton que él había podido ver más lejos que los demás porque había subido a hombros de gigantes.
Se refería, lógicamente, a que sin el trabajo y conocimiento de los anteriores astrónomos y sabios, a cuyos hombros de su conocimiento había subido, jamás hubiera llegado a ser lo que era, y sigue siendo: uno de los más grandes físicos y astrónomos de todos los tiempos.
Y esto reza también para el resto del saber y hacer humano.
¿Qué escritor hubiera podido crear su obra sin haber leído y por tanto, haberse inspirado en otros cientos de ellos?
¿Que músico hubiese compuesto una sinfonía sin haber escuchado y conocido las de otros músicos, que a su vez habían hecho lo propio, y así sucesivamente?
¿Y quién hubiese creado un perfume de no haber olido anteriormente otros, creaciones de perfumistas sin cuyo conocimiento no hubiese logrado su materializar su obra?
¿Dónde están las fuentes de las fuentes?
Se me podrá decir que no es lo mismo que más o menos consciente, o inconscientemente, te llegue la inspiración de las idea de otros creadores, y se cree una nueva y distinta, a que directamente se copie sin más.
Y yo digo, bueno, depende. Si pretendo suplantar dicha obra haciendo pasar la mía por la suya restándole sus frutos, así es.
Pero si simplemente, y sin dar lugar a engaño alguno, hago una creación muy similar, si no idéntica, para poder llegar a un público al que jamás hubiese llegado la obra anterior, y yo me beneficio también de ello, pues nadie podrá decir que engaño.
Me beneficio de su trabajo al igual que ellos se beneficiaron del de otros (subieron a sus hombros), menos directamente que lo que lo hago yo, pero al fin y a la postre, el proceso y el resultado es el mismo, solo que con distinta ejecución.
Ya lo dijo Adam Smith, el mal llamado padre del capitalismo: “el egoísmo produce virtudes sociales”. Decía esto porque veía que gracias al carnicero de su pueblo, que quería lucrarse con ello, él y sus paisanos podían comprar y comer carne.
Por ese egoísmo, y gracias al mismo, muchos podemos comprar perfumes que difícilmente estarían a nuestro alcance, probarlos si queremos garantizarnos que el original nos gustará si lo compramos, o tener una colección y variedad de fragancias sin que nuestro bolsillo sufra lo indecible.
Y también contribuimos a divulgar el nombre de perfumes y marcas desconocidos para el gran público, que muy posiblemente algún día compre alguno de ellos.
No se puede pensar que mayoritariamente el comprador de inspiraciones lo hace en sustitución del original, estoy convencido de que principalmente (hay otras también, no es la única) son razones de índole económica lo que le impulsa a ello.
Así pues, creo haber dado razones suficientes para la compra de inspiraciones sin ninguna tipo de pesar ético o moral, y ya queda que el inspirado se gane el favor del cliente con su buen hacer.
Solo señalar por casi último que en la compra de un perfume de este tipo hay que considerar ante todo si es una buena fragancia o no, el parecido con otra es secundario, pues en cualquier caso nos estaremos llevando una obra de gran calidad a un excelente precio.
Nada más. Bueno, una cosa más, si algún día alguien os quiere complicar la existencia, aquí tenéis un alegato para exhibir. Y si la cosa llega a mayores, avisadme que os llevaré tabaco, bien muy preciado en ciertos lugares aunque no se sea, ni se deba, ser consumidor del mismo.
Saludos."
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